Jurisdicción Especial para la Paz

CLAMOR DE DOÑA FANNY COY, LIDERESA CAMPESINA DEL SUR DEL HUILA A LA JURISDICCIÓN ESPECIAL PARA LA PAZ.

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“Señores magistrados, no quiero morirme sin ver brillar la justicia en nuestro territorio y en este momento la justicia está en sus manos»: Palabras de doña Fanny Coy durante la entrega de informe a la Jurisdicción Especial para la Paz en el municipio de Palestina, Huíla.

A continuación, compartimos el sentido testimonio y clamor de doña Fanny Coy, lideresa de la Unión Patriótica, sobreviviente de genocidio político, víctima de desaparición forzada, desplazamiento forzado y amenazas, en el marco del conflico armado.

Palestina Huíla, marzo 17 de 2022.

Honorables Magistrados:

Sala de Reconocimiento de verdad y responsabilidad,

Jurisdicción Especial para la Paz JEP.

Fraterno y campesino saludo,

Soy María Fanny Coy, lideresa campesina, tengo 69 años, nací en este bello territorio del sur del Huíla, hija de padres y abuelos que tuvieron que huir de sus tierras en otras regiones del país como Santander y el Cauca, por causa de la violencia de los años 40. Soy abuela de 8 nietas y nietos y madre cabeza de hogar con 8 hijos e hijas.

Agradezco este espacio con las y los magistrados de la JEP, componente judicial del Acuerdo de Paz, acuerdo que buscamos y exigimos desde hace 39 años, por eso pongo mi esperanza en Dios y en qué ustedes encenderán la luz de la justicia restaurativa, porque la justicia en Colombia,está en deuda, con el pueblo campesino, indígena y negro, está en deuda con las familias y especialmente con las mujeres campesinas quienes hemos tenido que asumir como cabeza de hogar la vida y la lucha en el campo, en las zonas rurales dónde el Estado y los gobiernos son ausentes en lo social, donde las mujeres hemos sido víctimas de violaciones a nuestros Derechos Humanos y hemos sido afectadas profundamente por el conflicto armado, a tal punto que en varios de los hechos victimizantes que hemos sufrido, ni siquiera hemos sido reconocidas como víctimas y mucho menos atendidas y reparadas. De igual la justicia está en deuda con las niñas, niños y adolescentes que en nuestro territorio, tuvieron que crecer y sobrevivir en medio de la guerra,algunos siendo reclutados cómo única opción, otros condenados al empobrecimiento espiritual y material por la exclusión y la falta de oportunidades y otros cómo mis hijos e hijas, tener que trabajar desde niños y niñas para sobrevivir, tener que crecer sin su papá, sin una figura paterna y sin el afecto y apoyo que requiere todo niño o niña. El Estado ha sido ausente, nos ha revictimizado. Es muy doloroso reecordar que una vez desaparecido el padre de mis hijos, tuve que regalar por unos cuantos pesos la tierra donde vivíamos y de dónde la guerrilla de las Farc se lo llevo a Tulio Enrique Chimonja el 3 de septiembre de 1983.
Desde entonces, hace 39 años buscamos la paz, pero la paz con esclarecimiento de verdad, con búsqueda de los desaparecidos, con reparación integral y principalmente con no repetición, son 39 sin descanso y la violencia sigue porque no hay justicia, todo se queda en la impunidad, siguen las masacres, los desplazamientos, el reclutamiento de niños, niñas, el asesinato de firmantes de paz, de líderes y lideresas sociales, así que la deuda de la justicia crece y crece
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Los hechos victimizantes son muchos y muy graves, nos han dejado daños irreparables, pero nosotros no buscamos venganza, no buscamos castigo, queremos y necesitamos reconciliarnos, pero con verdad, necesitamos que busquen y nos entreguen a los desaparecidos, squeremos que la justicia sea restaurativa, es decir, una justicia que sane a las víctimas, pero también una justicia que restaure, que libere a los victimarios.
Señores magistrados, no quiero morirme sin ver brillar la justicia en nuestro territorio y en este momento la justicia está en sus manos,

Muchas gracias.